Betancuria
En lo alto de la degollada que da acceso a la villa histórica de Betancuria a través de la carretera FV-30, se encuentra el Mirador de Guise y Ayoze, los dos reyes aborígenes durante la conquista de la isla en el siglo XV, representados en sendas esculturas de bronce de 4 metros de altura. Una parada en este mirador es de valorar para apreciar desde la altura los paisajes suaves y redondeados de la zona más antigua y erosionada de Fuerteventura, al norte, y al sur, el barranco que desciende hacia Betancuria. Esta zona cuenta con una importante protección bajo la declaración del Parque Rural de Betancuria, e incluso llegó a ser una de las propuestas para la declaración del primer Parque Nacional de Zonas Áridas en todo el territorio nacional.
Las crónicas de la conquista de Fuerteventura, que tuvo lugar a principios del siglo XV, recogieron sucesos, entre leyenda y realidad, atribuidos a los últimos monarcas aborígenes: Ayoze, Rey de Jandía, y Guise, Rey de Maxorata. Se dice de ellos que eran capaces de matar a un perro rabioso con una mano, sin dejar de beber con la otra, o amasar sin inmutarse una pella de gofio con queso curado, duro como una piedra. En 1405, ante la superioridad militar invasora, ambos aceptaron a Jean de Béthencourt (nombre que da origen a Betancuria) como su rey, y ser bautizados como Luis y Alfonso.
Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos…).