Puerto del Rosario
La Casa Museo Unamuno es la vivienda que acogió al insigne escritor español Miguel de Unamuno cuando, en 1924, llegó a tierras majoreras desterrado por la dictadura de Rivera. Pronto, el escritor convirtió la condena en una aventura enriquecedora y fascinante, hizo grandes amistades en la isla, la recorrió de punta a punta interesándose por su historia, sus gentes y admirando su belleza. Y escribió sonetos sobre ello, dándole a Fuerteventura, la remota y desconocida Fuerteventura, un reconocimiento en el exterior.
La vivienda, en pleno centro del antiguo Puerto Cabras hoy Puerto del Rosario, es el mayor testigo de la estancia de Unamuno en la isla. Adentrarse en ella es hacerlo en una vivienda burguesa del siglo pasado: olor a madera noble, grandes cortinajes y algunos artilugios -como una máquina de escribir y un fonógrafo al alcance de sólo unas pocas familias privilegiadas de la época. Descubre desde dentro la figura del célebre literato que tanto prestigio le dio a Fuerteventura.
En el antiguo Puerto de Cabras se halla la Casa donde Miguel de Unamuno fue acogido con motivo de su destierro, en 1924, por Primo de Rivera. Durante casi medio año, pudo viajar por Fuerteventura e inspirarse para reflejar su belleza en sus artículos y sonetos. En su museo, actualmente se puede admirar el estilo aburguesado de la vivienda típica de una familia majorera que poseía objetos inasequibles para la mayoría, como un fonógrafo o una máquina de escribir.
Con entrada gratuita, en horario de lunes a viernes, la Casa Museo está cerrada los sábados, domingos y festivos. Su acceso es fácil en coche o caminando y apostada es su puerta se puede encontrar la escultura del intelectual.
Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos…).
