Lajares
Montaña Quemada se erige como un enclave de relevancia histórica y natural en la cautivadora isla de Fuerteventura. Este diminuto cono volcánico, de tonalidades rojizas, surgió hace aproximadamente 0.46 millones de años a raíz de una erupción estromboliana. Elevándose a una altitud de 366 metros sobre el nivel del mar, se encuentra estratégicamente ubicado en el confín de los municipios de Puerto del Rosario y La Oliva.
En la vertiente este de Montaña Quemada se erige un monumento en honor a Miguel de Unamuno, el renombrado escritor y filósofo español que fue desterrado a Fuerteventura en 1924 por orden del dictador Primo de Rivera. La estatua, magistralmente esculpida por Juan Borges, retrata a Unamuno contemplando la Montaña de la Muda, un paraje que le inspiró profundamente. Unamuno llegó a expresar su deseo de descansar eternamente en Montaña Quemada si no podía hacerlo en su tierra natal o en Salamanca.
Para visitar el monumento a Unamuno, se puede acceder desde el pueblo de Tindaya, tomando una ruta de tierra hacia el sur, o siguiendo el sendero de la GR-131 que atraviesa la zona. Desde el monumento, es posible ascender al punto más elevado de Montaña Quemada siguiendo el cordal hacia el este. El terreno, aunque pedregoso, ofrece vistas impresionantes de la llanura central de la isla y de la sagrada Montaña de Tindaya, venerada por los antiguos habitantes de Fuerteventura. La experiencia, enriquecedora y cautivadora, invita a sumergirse en la fascinante conexión entre la historia, la naturaleza y la inspiración humana.
Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos…).